Los campos de amapolas incrementan 37% cada año según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
Desde el 2001 que Estados Unidos ha estado luchando contra la producción de Opio en Afganistán gastando así US$1.500 millones al día, pero sus ataques han tenido poco impacto según expertos, el opio es la principal fuente de dinero para los Talibanes, ISIS y Al Qaeda.
El opio se produce extrayendo la savia de el bulbo de una amapola, se usa para producir heroína y morfina.
Cada ataque que hacía Estados Unidos a estos narcos traficantes tenía cero o muy poco impacto, así lo señala David Mansfield en un artículo de London School of Economics tras analizar el ataque más contundente según el ejército estadounidense:
«Fue algo extraño. Estaba sentado en Reino Unido, a más de 4.000 kilómetros de Afganistán, mirando imágenes de ese impresionante ataque. La tecnología que utilizaron fue impresionante».
«Las bombas impactaban los blancos con una precisión milimétrica, pero a la vez pensaba ¿a qué le están disparando?'».
Mansfield afirma que, a pesar de todos los sofisticados recursos militares utilizados en los operativos, la Fuerza Aérea Estadounidense lo único que hizo fue destruir únicamente chozas de barro.
Al mismo tiempo, EE.UU. lucha por controlar la crisis de opioides en su propio país. En octubre de 2017, la Casa Blanca declaró una emergencia nacional de salud pública a este tipo de drogas tras volverse una epidemia que causa cerca de 50,000 muertes al año y este número incremento a 93 000 muertes durante la pandemia.
Más de dos millones de estadounidenses han sido catalogados como adictos a los opioides y las sobredosis por el consumo de estas drogas se han convertido en la principal causa de muerte en el país, por encima de los accidentes de tránsito y las muertes violentas por armas de fuego.
Por supuesto, el mayor productor de opio en el planeta es Afganistán. Se estima que el 90% de la heroína del mundo proviene del opio que se cultiva en este país.
La epidemia de los opioides en Estados Unidos. comenzó con la adicción a medicinas recetadas para calmar el dolor, pero como se han endurecido las normas para conseguir estos medicamentos, los adictos se han pasado a la heroína, además de a otra droga sintética conocida como fentanilo.
Eso significa que surte al 95% del mercado europeo y a 90% del canadiense. Pero según lo que constatan los informes estadounidenses sorpresivamente, la heroína afgana apenas representa una fracción del mercado estadounidense.
