Seúl, 22 Ago. (EUROPA PRESS) – Estados Unidos y Corea del Sur desarrollan desde este lunes sus mayores ejercicios militares de manera conjunta de los últimos cinco años, después de la pausa que se produjo como parte del histórico encuentro entre el expresidente Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un.
Aquella pausa en la maniobras militares de Washington y Seúl fue un intento por persuadir a Pyongyang de frenar su programa nuclear. Sin embargo aquellos encuentros entre Kim y Trump se saldaron sin resultados. Ahora, ha sido la hermana del líder norcoreano, Kim Yo Jong, quien ha rechazado cualquier acuerdo a pesar de las promesas de ayuda económica que llegaban desde su vecino del sur.
Se espera que los simulacros conocidos como Ulchi Freedom Shield involucren a miles de militares y se prolonguen desde este lunes durante las próximas dos semanas. Washington y Seúl aseguran que son ejercicios de naturaleza defensiva para coordinar fuerzas ante una hipotética invasión de Corea del Norte, según la agencia de noticias Bloomberg.
Teniendo en cuenta los antecedentes, es previsible que Corea del Norte critique estas maniobras y las califique como un intento de Washington y Seúl como preludio de una invasión o ataque militar.
En las últimas semanas, ha aumentado la retórica bélica nuclear por parte de Corea del Norte, que ya hace unos días lanzó dos misiles de crucero hacia el mar Amarillo. Se trató del cuarto lanzamiento desde que asumió el cargo en mayo el nuevo presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, quien se comprometió a restablecer los simulacros conjuntos a gran escala con su socio norteamericano.
Estados Unidos todavía tiene alrededor de 28.500 soldados en Corea del Sur y tanto el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, como su homólogo surcoreano, Yoon Suk Yeol, han dicho que los simulacros son esenciales para prepararse ante cualquier hipotética provocación de Pyongyang.