Opinión

REFLEXIÓN EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

La Fundación para la Defensa y Promoción de Derechos Humanos en Costa Rica - Reflexion

En este Día Internacional de la Mujer es importante recordar el papel histórico que han tenido muchas mujeres valientes. Desde 1848 se gestaron grandes movimientos femeninos, siendo la gran marcha de 1908 en Nueva York, con alrededor de 15.000 manifestantes, lo que legitimó las luchas por la igualdad de derechos. En 1975, la celebración fue formalizada por las Naciones Unidas, hace 45 años, y desde entonces, las mujeres han seguido luchando por sus derechos en todo el mundo.

Ahora estamos en el siglo 21, en el año 2023, una época de grandes cambios emocionales y económicos, donde las mujeres están irrumpiendo con gran fuerza en el campo laboral y político, con excelentes resultados. Sin embargo, la globalización ha marcado nuevas pautas, y muchas de las luchas por la reivindicación de derechos femeninos ahora son cibernéticas.

A pesar de estos logros, todavía caemos en la trampa del juego de la igualdad entre hombres y mujeres, cuando somos totalmente diferentes. Las mujeres estamos tejidas de forma sutil, con gran sensibilidad, dotadas de un maravilloso sentido común, entre otros muchos atributos. Vemos más allá de lo evidente, sabemos leer entre líneas y tenemos una visión panorámica. Construimos desde el vientre el milagro de la vida, por lo que no podemos ser iguales a los hombres, sino solo diferentes. Esta diferencia es lo que nos permite complementarnos y amalgamar las relaciones humanas, no desde la guerra, sino desde el amor, la comprensión y la solidaridad.

En la sociedad actual, todo marcha a prisa, en una selva donde impera la ley del más fuerte. Es necesario detenerse para replantear hacia dónde vamos como raza humana. Construir la sociedad presente y futura debe llevar el sello del amor de las mujeres. Debemos abrir nuestras mentes y corazones para entender que en nuestro regazo se teje el destino de la humanidad.

En este día, es un gran momento para reflexionar sobre nuestras diferencias de género, para poder acercarnos al ideal de la paz y la felicidad que merecemos como seres humanos, siendo conscientes de la responsabilidad que conlleva. Debemos fijar un norte y cerrar las brechas no entre hombres y mujeres, sino entre nosotras mismas. Fomentar la solidaridad para alcanzar metas comunes, necesitamos crecer juntas, somos la mitad de la creación de Dios. ¡Manos a la obra!

Licda. Yolanda Gutiérrez Venturas

Miembro del Comité Ejecutivo Fundeprode Costa Rica

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