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Troles, mercenarios o malévolos: basta ya

Autor: Otto Roberto Vargas Víquez

La democracia real debe sustentarse en la verdad, no en engaños: debe ser objetiva. Y, sin ocultar -por odio- todos los hechos. Ocultamientos que dañan a las personas, a las familias, al país.
La democracia requiere participación activa por lo justo; y lo justo inicia… respetando la dignidad de todas las personas.
Nadie que cobre o reciba beneficios -por malévolo… por lanzar engaños- merece credibilidad. La historia recuerda con dolor a los abanderados del engaño, la mentira, el terror y el odio; la historia recuerda, con dolorosa tristeza a Joseph Goebbels (ministro de Hitler) que decía: miente, miente que algo queda. Sí, quedó el dolor de mentiras y muertes.
Los engañadores (escondidos en las sombras), mercenarios -siempre- a sueldo: son abanderados del mentir y mentir.  Y he aquí las grandes preguntas ¿creemos en los engañadores que, por plata, disfrutan hacer daño a la dignidad de las personas?, ¿creemos en quienes repiten sin conocer la verdad real?, ¿creemos en quienes, por intereses políticos de simple poder, repiten el “miente, miente”? ¿Debemos creer en quienes atacan por atacar? ¿Son confiables quienes defienden lo malo y ocultan lo bueno?
A los engañadores, amantes de la mentira, se les debe manifestar basta ya: no más terrorismo electoral. Y, a las mujeres y hombres de buena voluntad: la verdad da libertad. Busquémosla, investiguemos… así -siempre- se verán todos los hechos.
Entre ellos que nuestro Partido Republicano Social Cristiano ha estado impulsando una coalición de partidos políticos y de personas sin partido: la coalición por la familia costarricense. Asimismo, que hemos promovido y apoyamos a don Rodrigo Chaves Robles (el único ministro que le ha dicho la verdad -con argumentos- al presidente Alvarado Quesada, y que, valientemente le presentó la renuncia, por no compartir irresponsabilidades del gobierno PAC).
Sí, promovemos a un profesional destacado, economista con amplia trayectoria internacional, funcionario destacado del Banco Mundial, laborando ahí por casi treinta años… aportando su experiencia en más de 40 países.
Y, como le tienen miedo a su preparación, al cariño que recibe de miles y miles de personas; y, como no lo pueden atacar con argumentos: atacan que, en nuestro Partido Republicano, contamos con la asesoría del expresidente Rafael Ángel Caderón Fournier.
Los enemigos de la verdad atacan por atacar: no son objetivos. Los de la “miente miente” solo mienten.
Calderón no es candidato, no aspira a cargo público alguno. Como sí otros, incluso de vieja data; algunos duramente criticados por -incluidos- sus copartidarios.
A los enemigos de la democracia se les olvida (no recuerdan) que un verdadero amante de la verdad, tiene la especial obligación de investigar a quienes sí aspiran a la Presidencia, o a ejercer como diputados. Investigar y ser veraz.
A los amigos de hacer daño no se les debe creer. Son como el dicho popular que señala: “donde manda capitán no manda marinero”. No defienden la verdad, dicen y escriben lo que ordena el capitán; lo que ordena el que paga el baile.
Si el capitán les indica no hablar del cementazo; no se referirán al cementazo. Si les exigen no hablar de estafas (al TSE); no lo hacen. Si el capitán les pide ocultar que populistas han intentado engañar (al Órgano Electoral), ellos ven para otro lado.
A quienes atacan por atacar se les debe exigir ser objetivos, ser transparentes. Investiguen a todos los aspirantes. Busquen la verdad, no escondan nada. Demuestren que aman la democracia. Sean justos. Demuestren que no tienen miedo: cuestionen lo que sea necesario a precandidatos y candidatos, a los que sí están en la contienda electoral. Sean demócratas, no marineros pagados por capitán.
La verdad, no debe -nunca- ser asesinada por ningún postor. Es deber auscultar a los aspirantes diputadiles y presidenciales de todos los colores: rojos y amarillos o azules, blancos y verdes, celestes o rosados.
Busquen, es deber hacerlo. Pero no es razonable atacar a quien no pretende cargo público. Atacar a personas y, no investigar -con lógica y justicia- hechos de quienes sí pretenden cargos públicos, es hipocresía y, podría ser: estar al servicio de enemigos de la patria, que solo tiran piedras, y no construyen el bien común.
Eso son amigos del capitán, no del pueblo. Ellos reciben beneficios; el pueblo perjuicios: porque ellos no dicen la verdad y engañan para favorecer intereses particulares, en contra de la dignidad de las personas. Ellos son anti demócratas, jamás defensores del honor y el verdadero civismo.
Los enemigos de los hechos ciertos, se esconden en las sombras. Basta ya de su maldad político-electoral.
Los costarricenses de buena voluntad creemos en la verdad, no en los engaños. Creemos en la nobleza de quienes sí buscan la verdad.
Los republicanos declaramos, con transparencia total, que Calderón -sin pretender cargo público- está disfrutando de su familia y sí: es nuestro asesor en el Republicano.
También declaramos: nuestro apoyo a don Rodrigo Chaves Robles, porque es la persona preparada, con plena experiencia y con la convicción (que compartimos): nuestro país es un gran país; y que la solución es el trabajo conjunto -de todos-, con un presidente con claridad económica y responsabilidad social.

*Presidente del Partido Republicano Social Cristiano

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