Un potente sismo sacudió este miércoles 27 de julio la isla filipina de Luzón, en el norte del país, lo que deja al menos cuatro personas fallecidas y decenas de heridos. Fuertes movimientos telúricos también se sintieron en Manila, la capital, donde se registraron daños materiales y deslizamientos de tierra.
El potente terremoto de 7,1 de magnitud, con epicentro en la provincia de Abra, en la isla filipina de Luzón, logró estremecer zonas lejanas como Manila, la capital del país.
Al menos cuatro muertes han sido confirmadas por las autoridades. Dos personas fallecieron en la provincia de Benguet, una en Abra y otra más en otra provincia, señaló en rueda de prensa el secretario del Interior, Benjamín Abalos.
Entre las víctimas se encuentra un aldeano que falleció cuando se derrumbaron partes de su vivienda y un hombre que trabajaba en un pequeño edificio en construcción. Además, decenas de residentes resultaron heridos.
“Fue el sismo más poderoso que he sentido y pensé que el suelo se abriría (…) El suelo tembló como si estuviera en un columpio y las luces se apagaron de repente. Salimos corriendo de la oficina y escuché gritos y algunos de mis compañeros estaban llorando”, describió Michael Brillantes, un oficial de seguridad de la ciudad de Abra de Lagangilang, cerca del epicentro.
Mientras tanto, en Manila, se detuvieron los sistemas ferroviarios de metro de la ciudad y se evacuaron los principales edificios, incluido el Senado.
También en la capital fueron evacuados los pacientes de un hospital y decenas de personas corrieron aterrorizadas hacia el exterior.
El director del Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología, Renato Solidum, lo describió como “un gran terremoto”.
Filipinas, ubicada en el llamado «Anillo de Fuego» del Pacífico, un arco de fallas a lo largo del Océano Pacífico, sufre la mayoría de los terremotos del mundo.
Con AP y Reuters