El pasado 22 de abril, en la Universidad Bíblica Latinoamericana, se realizó un emotivo acto de reconocimiento a personas y comunidades que defienden la vida frente a las amenazas contra la naturaleza. En este Día Mundial del Ambiente (5 de junio), su lucha debe ser visibilizada y celebrada.
Los defensores ambientales —personas, colectivos y pueblos originarios— protegen los territorios, el agua, los bosques y la vida. Pero esta labor conlleva riesgos: criminalización, amenazas y asesinatos. Según Global Witness, América Latina es la región más peligrosa del mundo para activistas ambientales.
En Costa Rica, entre 1975 y 2020, 13 defensores fueron asesinados, muchos casos siguen impunes. La situación es especialmente grave en territorios indígenas, donde el abandono estatal ha perpetuado la violencia.
Ante esta realidad, distintas organizaciones —UBL, FECON, CoecoCeiba, la Embajada del Estado Plurinacional de Bolivia y la UCR— rindieron homenaje a quienes luchan con valentía. Estas son las personas y comunidades reconocidas:
Francisco Castro Meneses y Yenifer Sandoval Jiménez, activistas ligados a la Asociación Talamanqueña de Ecoturismo y Conservación (ATEC), han participado activamente en diversas luchas socioambientales. Su labor ha sido clave en la defensa del Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo y en la oposición al Plan Regulador Costero del Caribe Sur.
- Philippe Vangoidsenhoven: dos décadas denunciando delitos ambientales en el Caribe Sur, ha sido amenazado incluso por autoridades municipales [ver más].
- Francisco Castro Meneses y Yenifer Sandoval Jiménez : activistas en la defensa del Refugio Gandoca-Manzanillo y contra el Plan Regulador del Caribe Sur. En agosto del año pasado, recibieron una amenaza telefónica que evidenció los riesgos de su labor. De este grupo de activistas también está Francisco Rodríguez Díaz, guía naturalista y máster en Desarrollo Rural, comprometido con comunidades y la protección del ambiente.
- Alcides Araya Arce (Alcides Parajeles): defensor histórico de los bosques de Osa. A sus 80 años, sigue enfrentando amenazas por denunciar la tala ilegal.
- Isabel Méndez Garita y Ana María Montenegro Portuguez (Frente Eco Cipreses): lograron que la Sala Constitucional ordenara la prohibición del clorotalonil.
- Ricardo Muñoz Ruiz: defensor del humedal de Coris de Cartago, activo por más de 40 años en la defensa ambiental.
También se reconoció a Concejos, comunidades y líderes o lideresas indígenas que han sostenido procesos de autonomía, recuperación territorial y defensa de sus derechos:
- Concejo de Mayores Brörán del Pueblo Indígena de Térraba: recibieron el reconocimiento : Isabel Rivera, Asdrúbal Rivera Villanueva, Pedro Salazar y Juan Rivera Gómez, por su trabajo en gobernanza propia y defensa del territorio.
- Concejo Ditsö Iriria Ajkónuk Wakpa del Pueblo Bribri de Salitre: homenajeados Arley Figueroa Morales (clan Kolkiwak) y Ana Patricia Calderón Figueroa (clan Uniwak) quienes destacaron el legado de Sergio Rojas Ortiz, asesinado en 2019.
- Pueblo Bribri de Cabagra: reconocidos Clarita Quiel Torres y Eli Ortiz Torres por su lucha en defensa del territorio Iriria Bribri Sá Kà, sus prácticas ancestrales y sus derechos.
- Pueblo Cabécar de China Kichá: recibieron el reconocimiento Yamileth Fernández Zúñiga y Jason Ríos Ríos, por su papel en la recuperación del 100 % de su territorio ancestral, restablecido tras décadas de despojo estatal.
En un contexto cada vez más desafiante para quienes alzan la voz en defensa de la naturaleza y los derechos humanos, reconocer públicamente la labor de las personas y comunidades defensoras del ambiente es un acto de justicia y de esperanza. Sus historias nos recuerdan que la lucha por la tierra el mar, el agua, el bosque y la vida no es un asunto individual ni aislado, sino una causa común que atraviesa generaciones, territorios y culturas.
El homenaje realizado en el Día de la Tierra no solo visibiliza las amenazas que enfrentan estos defensores, sino que también celebra su valentía, su compromiso y su profunda conexión con los territorios que habitan y protegen. En un país que se enorgullece de su imagen ambientalista, es urgente pasar del discurso a la acción: garantizar condiciones dignas y seguras para que estas luchas continúen floreciendo. Solo así podremos aspirar a un futuro verdaderamente justo, sostenible y en armonía con la naturaleza.
(*) Mauricio Álvarez Mora, docente de la Escuela de Geografía y Ciencias Políticas, Programa Kioscos Socioambientales UCR