Deportes, Internacional

La ausencia de aficionados y vacas pastando marcan la previa del Gran Premio de Austria de F1

( REUTERS )

Un cartel afuera del Red Bull Ring declara ‘Welcome Race Fans’, pero no se vieron aficionados el miércoles mientras el circuito austriaco se prepara para celebrar sin espectadores el Gran Premio de Fórmula Uno.

Las vacas pastaban en un lugar que normalmente es usado como un atiborrado campamento cerca del circuito, mientras los trabajadores de la carrera realizaban labores alrededor de la pista.

Esta vez no había tiendas de campaña, ni aficionados. Ni siquiera espectadores curiosos. Solo algunos ciclistas que daban una vuelta por la calle.

Esta es la “nueva normalidad” en la F1 tras la epidemia de COVID-19, que ha forzado a retrasar en de más de 100 días el comienzo de la temporada.

El domingo será la primera vez que Austria sea anfitriona de un inicio del campeonato.

Los 10 equipos viajaron en vuelos chárter a una terminal privada cercana al aeropuerto de Zeltweg, desde donde se fueron directamente a aislar en los hoteles antes de iniciar una rutina de traslados desde y hacia el circuito.

La Fórmula Uno operará en “burbujas dentro de burbujas”, los equipos se mantendrán separados unos de otros y del mundo exterior, y también trabajarán en varios subgrupos para minimizar el riesgo de contagio.

No hubo casos positivos antes de viajar, pero el personal de las escuderías igual deberá someterse a pruebas cada cinco días durante las próximas tres semanas, en la que se disputarán carreras consecutivas en Austria antes de un viaje a la cercana Hungría.

Los pilotos sostendrán el jueves ruedas de prensa virtuales.

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