Internacional, Derechos humanos

El Ejército de Myanmar otorga un indulto parcial a la líder derrocada Aung San Suu Kyi

La junta militar birmana, que retomó el poder por completo tras el golpe de Estado de 2021, anunció este 1 de agosto una reducción parcial de las condenas contra la líder derrocada Aung San Suu Kyi. Según el anuncio, serían recortados 6 de los 33 años de cárcel que suman varias sentencias en su contra. La dirigente está en arresto domiciliario desde la semana pasada, tras permanecer en una prisión en los últimos años.

Aung San Suu Kyi, de 78 años de edad, recibe una leve reducción en su condena, mientras permanece retenida bajo arresto domiciliario.

La líder derrocada de Myanmar pasa de 33 a 27 años de detención, al quedar anuladas 5 de las 19 sentencias en su contra, según lo anunciado por la junta militar que la derrocó el 1 de febrero de 2021.

Se trata de un indulto parcial, que forma parte de una amnistía para conmemorar el día en que Buda pronunció su primer sermón, en virtud de la cual más de 7.000 prisioneros fueron liberados en todo el país, según señaló el portavoz de la junta, Zaw Min Tun.

El jefe del consejo militar, el general Min Aung Hlaing, otorgó la orden de clemencia para reducir las sentencias en cinco casos contra Suu Kyi, en los que fue condenada por violar las restricciones del Covid-19, importar y poseer «ilegalmente» walkie-talkies y sedición

Los dictámenes contra Suu Kyi han tenido lugar en las cortes castrenses y tras juicios a puerta cerrada, en un intento por desacreditarla, legitimar la toma del poder por parte del Ejército en 2021 e impedir su regreso a la escena política, según denuncian diversos grupos de derechos humanos, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.

Uno de los más recientes veredictos contra la líder destituida fue dado a conocer el pasado 30 de diciembre, cuando un tribunal la condenó a otros siete años de cárcel, por cinco supuestos delitos bajo la ley de corrupción.

Una declaración por separado de los golpistas también señaló que el presidente destituido Win Myint fue indultado de dos de los ocho delitos por los que había sido condenado, relacionados con violación de las restricciones del Covid-19 y sedición. La nueva disposición reduce cuatro años de sus sentencias que sumaban 12 años de prisión.

Estos anuncios tienen lugar un día después de que el Ejército extendiera por otros seis meses el estado de emergencia que ha regido desde el golpe de Estado y pospusiera las prometidas elecciones que estaban programadas para este agosto, algo que prolongaría la crisis.

La nación vive una espiral de violencia luego de que el Ejército, que gobernaba con Suu Kyi, volviera a tomar la totalidad del poder por la fuerza.

Suu Kyi, la Nobel de paz caída en desgracia por el Ejército que alguna vez defendió

Cuando Suu Kyi fue derrocada y detenida hace más de dos años, no era la primera vez que quedaba bajo arresto del Ejército de su país.

La popular líder -educada en Oxford e hija de Aung San, el fallecido líder de la campaña de la independencia de Myanmar de las colonias británicas- ya había pasado gran parte de su vida política detenida por gobiernos militares.

Pero tras décadas de arrestos y ante una democracia tentativa cuando el Ejército se mostraba a favor de terminar su control de 49 años, Suu Kyi codirigió el país y compartió el poder con la institución castrense desde 2015.

Aung San Suu Kyi a su llegada a la corte de justicia de La Haya, en Países Bajos, el 10 de diciembre de 2019.
Aung San Suu Kyi a su llegada a la corte de justicia de La Haya, en Países Bajos, el 10 de diciembre de 2019. Yves Herman / Reuters

Desde entonces, la mujer que años atrás ganó el premio Nobel de paz por sus esfuerzos por instalar un orden democrático en su país y que le costaron años de libertad, recibió fuertes reproches de la comunidad internacional que, incluso, le valieron el retiro de galardones como el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia.

¿El motivo? No actuar frente al genocidio del Ejército contra los rohingyas, la etnia minoritaria musulmana en un país de mayoría budista. Y además, defender a los militares durante las audiencias contra la institución castrense por esas acciones ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en 2019.

Pero en un nuevo giro en su ambición de poder, el Ejército asestó un nuevo golpe de Estado, justificado por un supuesto fraude en las elecciones de finales de 2020, en las que el partido político de Suu Kyi, Liga Nacional para la Democracia, asestó una contundente derrota a los candidatos militares, tras obtener más del 80% de los votos.

Desde entonces, en febrero de 2021 ha vuelto a ser encarcelada y a sus 78 años de edad encara 27 años de detención por las autoridades militares que alguna vez defendió.

Fuentes. AFP, Con Reuters y AP

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