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El Salvador dejará de ser miembro del Parlamento Centroamericano

El Salvador abandonará el Parlamento Centroamericano (Parlacen), un foro político regional que inició funciones en 1991 en Guatemala, pero cuyas resoluciones no son vinculantes; es decir, no son de obligatorio cumplimiento para sus Estados miembros; y por tanto, no ha dado resultados tangibles para el progreso de las naciones.

Para ello, Giovanny Zaldaña, diputado de Nuevas Ideas, introdujo ayer en la sesión de la Asamblea Legislativa una moción para reformar los artículos 80 y 133 de la Constitución de la República, y «de esta manera separarnos del Parlamento Centroamericano, que ningún beneficio está generando para nuestro pueblo salvadoreño».

Tras leer el contenido de la propuesta Zaldaña instó a los diputados que quisieran acompañarla a firmar el documento, siendo rubricada por 57, aunque solo requería de 10. El primero en firmar fue el presidente del congreso, Ernesto Castro.

El artículo 80 plantea la realización de comicios para cargos de elección popular, incluyendo para los diputados al Parlacen, mientras que el 133 otorga iniciativa de ley a dichos funcionarios ante la Asamblea Legislativa.

A El Salvador le corresponden 20 diputados en el foro político regional, que estarán en sus cargos hasta octubre de 2026, mes en que deberían de asumir los que fueron electos en 2024.

«No existen evidencias de que la representación de El Salvador haya promovido iniciativas de ley conforme a sus facultades que hayan generado algún efecto congruente con los objetivos de esta entidad», planteó Nuevas Ideas en su iniciativa de reforma, que fue aprobada en la plenaria 66 y ratificada en la 67.

«Además de su ineficacia práctica, el mencionado Parlamento representa un gasto ineficiente e injustificado desde todo punto de vista para un Estado como el de El Salvador», cuya población ya se ha pronunciado en contra de este foro político por su inoperancia. De hecho, en círculos políticos dicho organismo es conocido como «cementerio político».

El Estado de El Salvador destina anualmente $1.7 millones para el funcionamiento del Parlacen; además de los $21.6 millones que representó en 2024 elegir a los 20 representantes, entre el costo de la impresión de la papeleta de votación y el valor del voto válido, que fue tasado en $3.30.

Xavi Zablah, presidente del partido Nuevas Ideas, no solo expresó su respaldo a la iniciativa que fue presentada por Zaldaña, sino que también recordó la inoperancia de la entidad regional.

«Una institución que, lejos de unir, genera desconfianza en la verdadera integración centroamericana, y además genera un gran gasto económico al país, que se pudiera utilizar mejor en otras prioridades», escribió en X.

Los académicos Rafael Góchez y Nelson Flores, también dieron sus consideraciones sobre las reformas a los dos artículos constitucionales. «Totalmente de acuerdo. En lo público y en lo privado he sostenido que el Parlacen ha sido un organismo ocioso e inútil, sin ningún beneficio para la población y, para colmo, refugio de corruptos. Gracias por esta iniciativa, diputados», publicó Góchez.

Por dictado de su Tratato Constitutivo el Parlacen albergó a los expresidentes y exvicepresidentes de sus Estados miembros, como el efemelenista Mauricio Funes; y a exfuncionarios como Norman Quijano, Eugenio Chicas, entre otros.

«Es una excelente iniciativa. Considero que el Parlacen no cumplió con los objetivos políticos para lo cual fue creado, sin traer mayores beneficios, más que volverse una carga financiera, con altos pagos de salarios que no trajeron ningín capital de retorno al país», dijo Flores, experto en administración pública.

Fuente. diarioelsalvador

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