El presidente de Colombia, Gustavo Petro, rompió este domingo su silencio y respondió con dureza a los audios revelados por El País de España que comprometen al excanciller Álvaro Leyva en un intento de buscar apoyo del presidente de EEUU, Donald Trump, para sacarlo del poder y entregar la Presidencia a Francia Márquez.
«He decidido responder cartas y unos hechos que aquí muestra el periodista español Quesada en El País. Durante meses he sido víctima de la injuria del señor Leyva y quise simplemente responder a lo que consideraba un acto de venganza bárbaro, canalla, de alguien que simplemente había ayudado de corazón», dijo Petro en un extenso mensaje publicado en X.
El escándalo estalló luego de que El País revelara grabaciones y testimonios según los cuales Leyva habría buscado el respaldo de congresistas republicanos como Marco Rubio y Mario Díaz-Balart para organizar un «gran acuerdo nacional» que culminara con la salida de Petro.
«Jamás, hasta hace poco tiempo, me enteré de esa petición que hizo a Benedetti y era dirigida a mí», afirmó el mandatario.
En su declaración, Petro relató que decidió darle la Cancillería a Leyva pensando que «se lo merecía al final de su vida» y por su aparente compromiso con la paz. Sin embargo, con el tiempo, la relación se deterioró.
«No quise aceptar pasos oscuros en la Cancillería, como el caso de Thomas y Gregg, por lo cual lo sancionó la Procuraduría», recordó.
El presidente aseguró que Leyva buscó posicionar a su hijo en la diplomacia como si la democracia fuese hereditaria.
«Tampoco quise que su hijo ocupara la Cancillería o una embajada. El nombramiento de Laura Sarabia y Benedetti lo llenó de odio», dijo Petro, aludiendo a figuras clave de su círculo cercano.
El País difundió audios en los que Leyva afirma que Petro es «errático» y sugiere que padece problemas de drogadicción, acusación que Petro rechaza de forma tajante.
«Traicionan, aunque siempre hay que insistir en el acuerdo y la paz. Colombia es bella, pero también hay mucha oscuridad en su historia», reflexionó.
El presidente relacionó el comportamiento de Leyva con lo que llama la «doble moral de la oligarquía».
«Desde hace dos siglos, la traición, el asesinato, la mentira, son sus normas», denunció en su carta pública. Según Petro, Leyva buscaba alianzas con actores armados y políticos para removerlo del poder antes de las elecciones de 2026.
Según la investigación de El País, Leyva propuso que Francia Márquez, actual vicepresidenta, asumiera el poder tras la caída de Petro.
En los audios se escucha al excanciller decir que estaba «encima de ella» y que estaba «jugada» en la estrategia.
Sin embargo, la propia vicepresidenta Márquez negó rotundamente cualquier participación en un supuesto complot.
«No permitiré que mi nombre sea utilizado para alimentar intereses particulares ni rencillas que no contribuyen a la construcción de un país más justo», dijo este domingo en un comunicado.
Francia Márquez enfatizó que su lealtad está con la Constitución y la democracia.
«Tengo la conciencia tranquila, la mente clara y el corazón firme. Respeto profundamente el orden constitucional», afirmó, desmarcándose de Leyva, en un comunicado.
Petro también recordó que en 1990 Leyva participó en la Asamblea Constituyente impulsada por el M19, pero matizó su aporte histórico.
«Leyva en realidad no ayudó al proceso de paz del M19, pero se comprometió durante décadas al proceso con las FARC», señaló.
En el centro de la disputa se encuentra además el escándalo por la licitación de pasaportes, que costó a Leyva su cargo.
Petro afirmó que desde un inicio detectó corrupción y ordenó frenar el proceso, pero Leyva permitió que avanzara más de lo debido.
Otro de los puntos críticos que irritó al presidente fue la presencia del hijo de Leyva en giras oficiales.
«Me disgustaba que en mis giras siempre llegara su hijo a las comidas que hacía mi delegación. No estaba bien, parecía un «lobbista» de negocios aprovechando el cargo público de su padre», denunció.
El distanciamiento entre Petro y Leyva se agravó con la publicación de cartas en las que el excanciller lo acusa de comportamientos «extraños» en actos internacionales.
Petro calificó estas versiones como «chismes de corredor» y reivindicó su libertad personal.
En un tono reflexivo, el mandatario lamentó que el llamado «acuerdo nacional» se haya convertido en «fantasmagoría y discurso», mientras resurge lo que considera la vieja práctica de la traición política.
Las grabaciones obtenidas por El País habrían estado en poder del servicio secreto colombiano.
Según fuentes de la Presidencia, Petro las escuchó en su despacho y exigió explicaciones a la vicepresidenta, quien negó cualquier participación.
De acuerdo con la investigación, la Casa Blanca nunca consideró seriamente la propuesta de Leyva.
El excanciller, que hoy se encuentra en Madrid por «motivos de seguridad», no ha respondido públicamente a los señalamientos.
Mientras tanto, la Presidencia estudia acciones legales para esclarecer los hechos y determinar posibles delitos.
Fuente. (Sputnik)