Bogotá — El presidente de Colombia, Gustavo Petro, difundió un mensaje en su cuenta oficial de X en el que aseguró que Estados Unidos bombardeó una instalación en Maracaibo, Venezuela, vinculándola al procesamiento de cocaína y responsabilizando por ello al grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En una extensa publicación, Petro afirmó que “sabemos que Trump bombardeó una fábrica en Maracaibo”, señalando que en dicho lugar se estaría mezclando pasta de coca para la producción de cocaína, aprovechando la ubicación estratégica junto al mar de Maracaibo. El mandatario colombiano agregó que, según su interpretación, esa instalación estaría operada o vinculada al ELN, al que responsabilizó de permitir la “invasión” de Venezuela mediante actividades de narcotráfico.
El pronunciamiento se produce luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmara públicamente que fuerzas estadounidenses realizaron un ataque contra un área portuaria en Venezuela, descrito como un muelle o “zona donde cargan embarcaciones con drogas”, sin ofrecer detalles precisos sobre si fue una operación militar o de inteligencia ni sobre su ubicación exacta.
Petro acompañó su crítica con señalamientos hacia las recientes acciones de Estados Unidos en la región, indicando que muchas de las embarcaciones atacadas por Washington en el Caribe, que han resultado en más de un centenar de muertes, no transportaban cocaína sino cannabis, lo que, a su juicio, pone en evidencia un enfoque equivocado de la campaña estadounidense contra el narcotráfico.
No obstante, no existe una confirmación independiente de que el bombardeo mencionado por Petro ocurriera específicamente en la fábrica de Maracaibo ni de que este estuviera directamente relacionado con la producción de cocaína. Medios locales han reportado que una planta industrial en esa ciudad sufrió un incendio en la madrugada del 24 de diciembre por causas que las autoridades atribuyen a un problema eléctrico, y no han confirmado un ataque militar.
El gobierno de Venezuela, por su parte, no ha emitido una declaración oficial sobre el supuesto bombardeo señalado por Petro ni ha confirmado vínculos entre la instalación afectada y el ELN. Asimismo, las autoridades estadounidenses no han detallado públicamente las operaciones en territorio venezolano que mencionó el presidente Trump.
Este cruce de declaraciones intensifica las tensiones diplomáticas en la región y coloca nuevamente al centro del debate la política de seguridad de Estados Unidos hacia América Latina, el papel de grupos insurgentes transnacionales como el ELN, y las implicaciones para la soberanía de los Estados involucrados.
