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JEFFERSON Y LA LIBERTAD DE PRENSA

A continuación reproducimos un artículo de opinión publicado el 18 julio 2012 en el Diario a Prensa Libre, escrito por el Dr. Walter Rubén Hernández Juárez, hoy Candidato Presidencial del Partido Justicia Social Costarricense. Cuyo artículo toma vigencia 12 años después.  Este fue como una predicción, que hoy tiene vigencia, hechos que está sucediendo en nuestro país con la Libertad de Prensa y Expresión al pasar de los años ha tomado vigencia.    Y a pesar de ser el país con la Democracia más sólida durante nuestra historia.
Thomas Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos, no quiso ser recordado por eso sino, como él mismo escribió en su epitafio, por redactar la Declaración de Independencia de los EE.UU., el Estatuto de Libertad Religiosa de Virginia y ser el padre de la Universidad de Virginia.
 A pesar de lo contradictorio que pueda sonarnos hoy en día, en pleno siglo XXI, que el hombre que abogara tanto por la libertad tuvo esclavos, siendo como fue el principal redactor del borrador original, que luego, junto a Robert Livingston, Roger Sherman, Benjamín Franklin y John Adams corregiría para darle forma a la declaración firmada el 4 de julio de 1776, no podemos cometer el error de juzgarlo con la moral del siglo XXI, sino ubicarnos en su tiempo y darnos cuenta que Jefferson, con los errores que pudo haber tenido, con la poca evolución del concepto sobre igualdad de razas de la época, se adelantó a su tiempo y defendió a ultranza la libertad.
 Jefferson plasmó su pensamiento en infinidad de escritos, un seseo en su manera de hablar lo hacía evitar los discursos, pero escribió y dejó sus ideas e ideales como una luz para el futuro.
 Esos ideales e ideas han llegado a configurar parte de un pensamiento universal tan esencial al ser humano y a la sociedad que el presidente John F. Kennedy al dar la bienvenida a 49 ganadores del Premio Nobel a la Casa Blanca en 1962, dijo: «Creo que esta es la colección más extraordinaria de talento y del saber humano que jamás se haya reunido en la Casa Blanca — con la posible excepción de cuando Thomas Jefferson cenaba solo».
 Jefferson creía que cada individuo tiene ciertos derechos inalienables. Es decir, estos derechos existen, con o sin gobierno, el hombre no los puede crear, tomar, o tirar a la basura. Es precisamente en el derecho de libertad en el que Jefferson es más notable en su exposición. Él lo define diciendo: «la justa libertad, significa no tener obstáculos en la acción de acuerdo con nuestra voluntad, dentro de los límites dibujados alrededor de nosotros por la igualdad de derechos de los demás. Jefferson no agrego «dentro de los límites de la ley«, porque la ley es a menudo hecha a voluntad de los tiranos –o de políticos oportunistas y legisladores trasnochados, agregamos nosotros- y siempre de modo que se violan los derechos del individuo». Por lo tanto, para

Jefferson, aunque el gobierno no puede crear un derecho a la libertad, de hecho sí que puede violarla. El límite de la libertad que le corresponde a un individuo no es lo que la ley dice que es, es cuestión de no llegar a prohibir a otros individuos el tener la misma libertad que tú. Un gobierno adecuado, para Jefferson, es uno que no sólo prohíbe a los individuos en la sociedad violar la libertad de otros individuos, sino también uno que se frena a la hora de disminuir la libertad individual.

 En nuestro país acaba de aprobarse una ley de Delitos Informáticos que atenta contra la posibilidad que se investiguen actuaciones de gobernantes y de políticos, pudiendo llevarse a cualquier persona a los tribunales de justicia por investigar o dar a conocer “secretos políticos”.
 
¿Qué serán en Costa Rica secretos políticos?
 
Decía el Ministro de Información que en Comisión Parlamentaria, con Diputados de diversos grupos políticos hubo consenso y luego, cuando se votó para aprobar la susodicha, así como al llegar a la instancia ejecutiva, donde ni la Presidencia, ni los Ministros de la Presidencia y de Justicia, tuvieron la malicia de percatarse que esta legislación era un atentado contra la libertad de información, que comprende el derecho de investigar y de hacer públicas las informaciones, se actuó con “bonafide”, buena fe, la cual se presume.
 
Sin embargo, que difícil resulta para la mayoría entender cómo se dio está casualidad de hechos inesperados que han concluido con una ley que limita la libertad.
 
Es difícil de aceptar el tema de la buena fe, cuando hace pocas semanas el intento fue el de llevar adelante una legislación garantizando inmunidad perpetua para los jerarcas.
 
Cuesta creer que quienes tienen en sus manos el control de la cosa pública no busquen el beneficio propio cuando se aumentan a sí mismos el salario, se dan recesos y vacaciones, dan cartas de recomendación y luego ignoran las recomendaciones que por sus actos dan los órganos encargados de velar en esos temas.
Con cada día que pasa la educación que se da al pueblo desde el ejercicio del cargo público es que se puede usar y abusar del Poder.
 
Thomas Jefferson dijo en una oportunidad que no se puede gobernar sin una prensa libre, como político siempre lucho para nunca permitir que sus ideales fueran opacados por la ambición del Poder, por el afán de ganar un pulso político momentáneo a costillas de los ideales.
 
Era un hombre realista, educado y consciente que se podía y se debía transigir en cuestiones de estrategia…pero no politiqueaba con los principios y la verdad.
 
Hoy, el gobierno de la República, tanto desde el Ejecutivo, como del Legislativo, tienen ante sí una oportunidad de oro, para actuar con la diligencia y “bonafide”, la buena fe, de la que tanto se habla, para enmendar este lamentable -demos el beneficio de la duda- error.
 
Ya que lo hemos venido citando, finalizamos recordando a quienes nos gobiernan lo que en forma interrogativa decía Thomas Jefferson con acierto, hace ya casi doscientos años: “¿Y qué país puede preservar sus libertades, si los gobernantes no son advertidos de vez en cuando, de que este pueblo conserva el espíritu de resistencia?”.
Fuente. Redacción y el autor. Dr. Walter Rubén Hernández Juárez

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