Con 39 votos a favor y 16 en contra, en el Parlamento israelí fue aprobado en primera lectura un proyecto de ley que permitiría aplicar la pena de muerte a “terroristas”, que para convertirse en ley necesita dos lecturas adicionales.
La medida, dirigida principalmente a palestinos condenados por matar israelíes ha sido impulsada por el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir y aprobada por el Comité de Seguridad Nacional antes de pasar al pleno.
Itamar Ben-Gvir es el líder ultranacionalista Poder Judío, condenado en 2007 por incitación racista y apoyo a un grupo proscrito, y su cartera incluye a la Policía con atribuciones ampliadas sobre la Policía de Fronteras en Cisjordania, lo que ha suscitado críticas por posible politización del cuerpo.
En la arena parlamentaria actúa como palanca interna de la coalición y ha lanzado ultimátums, por ejemplo, sobre Gaza.
En el caso del proyecto de ley que permitiría aplicar la pena de muerte a “terroristas”, Ben Gvir amenazó con retirar su partido de la coalición de gobierno si el proyecto no se sometía a votación.
La iniciativa también rebaja el umbral en tribunales militares de Cisjordania (permitiendo dictar pena capital por mayoría de jueces y sin posibilidad de conmutación por el mando militar), lo que en la práctica la enfocaría sobre todo en acusados palestinos.
En una declaración, el comité de seguridad explicó el objetivo de la ley: “Su propósito es cortar el terrorismo de raíz y crear un fuerte efecto disuasorio”.
“SE PROPONE QUE UN TERRORISTA CONDENADO POR ASESINATO MOTIVADO POR RACISMO U ODIO HACIA EL PÚBLICO, Y BAJO CIRCUNSTANCIAS EN LAS QUE EL ACTO HAYA SIDO COMETIDO CON LA INTENCIÓN DE DAÑAR AL ESTADO DE ISRAEL… SEA CONDENADO OBLIGATORIAMENTE A LA PENA DE MUERTE”, EXPLICÓ.
Hamás calificó la propuesta como una ley que “encarna el rostro fascista y criminal de la ocupación sionista y constituye una violación flagrante del derecho internacional”.
El ministerio de Asuntos Exteriores palestino, con sede en Ramala, la describió como una “nueva forma de extremismo y criminalidad israelí contra el pueblo palestino”.
El proyecto, que enmendaría el Código Penal, se votó en medio de la tensa tregua con Hamás en la guerra de Gaza, iniciada después de los ataques del 7 de octubre de 2023. El alto el fuego entró en vigor en octubre de 2025 y están pendientes las condiciones para su extensión.

Aunque la pena de muerte ya existe formalmente en Israel para un número limitado de delitos, el país se considera abolicionista en la práctica: el último ejecutado fue Adolf Eichmann, criminal nazi, en 1962.
Aun así, el tema reaparece periódicamente en la agenda política. En 2018, el Parlamento dio aprobación preliminar a un proyecto para facilitar la imposición de la pena capital a condenados por asesinatos clasificados como “terrorismo”, aunque la iniciativa no prosperó entonces.
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