Estados Unidos mantiene en el Caribe una decena de navíos de guerra, incluyendo un crucero, tres destructores, buques anfibios —con una unidad de infantería de Marina— y un submarino en medio hoy de creciente tensión con Venezuela.
Además, se emplazaron en esa área geográfica, como parte del enorme despliegue aeronaval, 10 cazas furtivos F-35, que fueron ubicados en Puerto Rico.
Tal demostración de fuerza, que Washington alega es para combatir el narcotráfico, es señalada como una amenaza directa contra Venezuela, recuerdan medios locales.
En esta operación militar del Comando Sur, liderada por unidades de la Armada —pero sin portaaviones —, aún no han hecho presencia el Ejército ni la Fuerza Aérea.
Al menos cinco aviones de combate de Estados Unidos fueron detectados volando cerca de su costa sobre el Caribe, afirmó la víspera el ministro de Defensa Vladimir Padrino López, describiendo el incidente como una “provocación” de Washington.
“Son aviones de combate. Aviones de combate que el imperialismo estadounidense ha atrevido a acercarse a las costas venezolanas”, declaró a VTV.
La semana pasada, el canciller de Venezuela, Yván Gil, denunció en el Segmento de Alto Nivel de 80 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU las agresiones sistemáticas de Estados Unidos contra su país y expresó su preocupación por la amenaza militar estadounidense en el Caribe.
Gil hizo un llamado a la comunidad internacional a actuar para proteger la paz y la soberanía de Venezuela.
El secretario general de la ONU, António Guterres considera injustificada e inaceptable la amenaza militar de Estados Unidos en el Caribe, acción que viola la Carta de la ONU y pone en riesgo estabilidad y soberanía de toda la región, indicó el canciller al agradecer el apoyo del jefe del máximo organismo multilateral.
Fuente. Prensa Latina