Argentina atraviesa una ola de calor persistente que domina el cierre del año
Argentina vive días marcados por una ola de calor intensa y prolongada que afecta a gran parte del territorio nacional, especialmente a la región central y norte del país. De acuerdo con reportes coincidentes del Servicio Meteorológico Nacional y la cobertura de la prensa local, las temperaturas máximas se mantienen muy por encima de los promedios habituales para esta época, con jornadas consecutivas de calor extremo y escaso alivio nocturno. Las condiciones están asociadas a un sistema de alta presión que inhibe la formación de lluvias y favorece la acumulación de aire cálido, generando un escenario de riesgo sanitario y presión adicional sobre el sistema eléctrico.
Ciudades más afectadas y la vida cotidiana bajo temperaturas extremas
Las áreas urbanas concentran los mayores impactos. La Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense figuran entre las zonas más castigadas, junto con Rosario, Córdoba capital, Santa Fe, San Luis y amplios sectores del Litoral y el NEA, donde las sensaciones térmicas alcanzan valores extremos. En varias provincias se activaron alertas por calor, mientras hospitales y autoridades recomiendan evitar la exposición solar en las horas centrales del día y extremar la hidratación. En diálogo con medios nacionales, vecinos describen el clima como “agobiante” y “difícil de soportar”, especialmente durante la noche. “No se puede dormir, el calor no baja y el ventilador no alcanza”, relató una residente del Gran Buenos Aires, mientras comerciantes del centro porteño señalan una caída en la actividad durante la tarde por el impacto del calor en la circulación de personas.
Pronóstico y contraste con el invierno severo en el norte de Estados Unidos
Según los pronósticos difundidos por el SMN y replicados por la prensa, el calor persistirá durante los próximos días, con mínimas elevadas y máximas que continuarán en valores extremos en el centro y norte del país. Recién hacia la próxima semana podría registrarse un cambio de masa de aire, con un leve descenso de temperatura y la posibilidad de tormentas aisladas en algunas regiones. El escenario contrasta de forma marcada con lo que ocurre simultáneamente en el hemisferio norte: el norte de Estados Unidos enfrenta fuertes nevadas y temperaturas bajo cero, producto del ingreso de aire polar que ha provocado cierres de rutas, cancelaciones de vuelos y alertas por frío extremo. Mientras en Argentina la preocupación pasa por el golpe de calor y el consumo energético, en Estados Unidos la atención se centra en el hielo, la nieve y el riesgo para la movilidad. Dos realidades opuestas que, en simultáneo, reflejan la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos a escala global.
