En sus saludos después del rezo del Ángelus, el Papa León XIV expresó su profundo dolor por la violencia en Sudán, especialmente en El Fasher, y por los enfrentamientos recientes en Tanzania, haciendo un llamado urgente a la paz y al diálogo.
En sus saludos después del rezo mariano, León XIV expresó su profundo dolor por las tragedias que afectan a distintas partes del mundo, haciendo un llamamiento urgente a la paz, la solidaridad y la acción humanitaria. El Pontífice se refirió especialmente a la situación en Sudán, en la ciudad de El Fasher, ubicada en el Darfur septentrional, donde la población enfrenta violencia indiscriminada contra mujeres y niños, ataques a civiles indefensos y enormes dificultades para la asistencia humanitaria.
El Pontífice pidió al Señor que acoja a los difuntos, sostenga a los que sufren y toque los corazones de los responsables. «Renuevo un sentido llamado a las partes involucradas a un alto el fuego y a la apertura urgente de corredores humanitarios», exclamó e invitó a la comunidad internacional a intervenir con decisión y generosidad, para ofrecer asistencia y apoyar a quienes se esfuerzan por llevar ayuda.
Además, el Papa expresó su preocupación por Tanzania, donde tras las recientes elecciones políticas han estallado enfrentamientos con numerosas víctimas. Hizo un llamado a evitar toda forma de violencia y a buscar soluciones a través del diálogo.
León XIV recordó a los presentes, que esta tarde irá al cementerio del Verano, donde celebrará la Eucaristía en sufragio de todos los difuntos.
	
	
						
					